Aunque destaca la contradicción estructural de género en el patriarcado productor de mercancías, su crítica de la dialéctica de valor-escisión excede esta cuestión.

No es compatible con el culturalismo posmodernista de estudios identitarios que ha infectado el debate académico y político con perspectivas liberales. No es compatible con el marxismo modernista que basó su interpretación en la lucha de clases (aspecto distributivo) y no en el fetichismo de la mercancía (aspecto productivo).

Reseña aquí de su libro Capital y patriarcado. La escisión del valor.

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DE SOFÍA RAMOS

Qué harta me tienen las progreliberfeministasnewage poniendo las palabras "violencia", "acoso", "abuso", "machismo" ante cada conflicto que se tiene con una mujer.
Un tipo ya no puede decir que una mina le parece una boluda, por ejemplo.
Un tipo ya o puede decir que una mina le parece una ignorante, por ejemplo.
Un tipo ya no puede ojear sin más unas hermosas tetas, por ejemplo.
¡Y ni hablar, Hombre del mal, si decís que una mina está mintiendo! ¡A la hoguera! ¡Machirulo violador en potencia!
¡Y ni hablar, fálico monstruoso, si decís que una mina está inventando! ¡Muerte al Macho!
¡Y ni hablar, opresor por naturaleza, si discutís con una mina con un tono "acalorado"! ¡Violento! ¡Herís la condición inferior oprimida por el Patriarcado!
¿Dudás de esa mujer? ¿Cómo te atrevés, Hétero-Cis-Paki privilegiado? ¡Escrache para vos y tus amigos por cómplices!
En fin, no solo el feminismo ya se transformó en una parodia de sí mismo. No solo el feminismo ya se transformó en una espectacularización ultra punitiva lamentable. No solo el feminismo termina banalizando los problemas que dice confrontar. No solo el feminismo intenta llevarse puesto –sin éxito– lo perverso, lo erótico, la seducción, la sensualidad, el artificio de lo estético.
Sino que es un movimiento -que no mueve nada- albañil (o albañila, si prefieren) activo, funcional, muy funcional a la cultura represiva.
(Lo dice Maxi Postay en su último libro, con mucha claridad y desarrollo: "El feminismo es un monoteísmo").
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#monoteísmo #liberalismo #feminismo #victimismo #punitivismo #ElManoLarga

DE SOFÍA RAMOS

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No cuenten conmigo. No soy sagrada.
Mi cuerpo no es un templo.
Los Ministerios son enemigos de los misterios.
Me gusta ser cosificada.
Me gusta que eventualmente me digan putita, bebita, cosita.
Me gusta discutir apasionadamente con quien sea. Me gusta seducir. Me gusta que me miren el cuerpo. Me gusta que me piropeen por la calle.
Ser mujer es, para mí, una mera casualidad, un mero juego de metamorfosis.
Mi concha es una cosa. Y una cavidad para hablar de la manera más sucia posible.
Y algo importante, más de una se va a sorprender con tamaña confesión: Nunca fui acosada, ¿lo pueden creer? aclaro, porque ahora parece que "todas alguna vez lo pasamos", desde una resignificación culposa casi obligatoria, desde un “si yo me sentí así, fue así” o "no me había dado cuenta nunca que esto, la forma en que pestañeaba ese señor, había sido un acoso". Rechazo pertenecer al club de "las sobrevivientes", al barco de "las resilientes", al palacio de las "víctimas" y al convento de "las sororas".
En lo que concierne a la actualidad: Rita Segato, Malena Pichot, Luciana Peker, la chica con apodo de pan lactal, el colectivo de actrices, Thelma Fardín y todo ese séquito me resultan insoportables.
También el típico pibe deconstruide con voz susurrada a lo Darío Z.
Dios y el feminismo, un solo corazón.
Pd: Cuando digo el feminismo, digo los feminismos.

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